El pasado jueves 7 de marzo todo el alumnado del CRA y algunos maestros y maestras nos fuimos de excursión a Cuenca.
Nos tocó madrugar un poco, ya que el autobús salía muy pronto, pero la verdad que mereció la pena.
Cuando llegamos a Cuenca almorzamos todos juntos y después fuimos a ver el museo de las ciencias. Allí nos separamos en dos grupos, por un lado, los alumnos y alumnas de Educación Infantil y 1º, 2º y 3º de Educación Primaria y por otro los alumnos y alumnas de 4º, 5º y 6º de Primaria.
Nos enseñaron y explicaron qué había en el museo. Aprendimos muchas cosas nuevas y repasamos algunas que ya sabíamos. Además, pudimos ver, por ejemplo, cómo es un cohete y cómo viven los astronautas dentro de él o sentir cómo sería un terremoto.
Después, nos volvimos a juntar todos y fuimos al planetario donde vimos la proyección de dinosaurios: Una historia de supervivencia donde Celeste y Moon iban tras las huellas de los dinosaurios en una aventura acerca de la adaptación y la supervivencia, para descubrir que no todos se extinguieron, sino que quedan muchos en la Tierra ¿Sabéis de algún animal que descienda de los dinosaurios? Nosotros ahora sí.
Y, por último, antes de irnos del museo nos volvimos a separar en los dos grupos y nos convertimos en verdaderos científicos. Nos fuimos al laboratorio a realizar un taller de diverquímica donde realizamos varias actividades como mezclar diferentes componentes para ver su reacción y ¿sabéis qué? El grupo de los pequeños hinchamos un globo mezclando bicarbonato y vinagre ¡Fue súper divertido! Y, los mayores, aprendimos, entre otras cosas, que todos los alimentos que compramos no son siempre lo que parecen y, para averiguarlo, pusimos yodo sobre distintos trozos de alimentos y los que al rato se ponían de color negro significaba que llevaban almidón de patata, por lo que no eran del todo saludables.
Al salir del museo, teníamos mucha hambre, así que nos fuimos a la plaza y nos sentamos todos juntos a comer. Cuando terminamos, nos acercamos a la catedral y después fuimos andando a ver las casas colgadas. Y, después, nos subimos al tren turístico de la ciudad que nos dio una vuelta y así pudimos ver más cosas de Cuenca.
Y ya, por la tarde y con todas las emociones y el cansancio de estar todo el día sin parar, nos volvimos a subir al autobús que nos llevó de vuelta a nuestros pueblos.
Fue un día de convivencia muy divertido, ya tenemos ganas de volver a juntarnos todos y pasar otro día juntos